Ahorra tiempo y dinero
Sea cual sea tu atractivo, procura que tu inversión de tiempo, preocupaciones y dinero no sea muy alta en relación a lo que esperas recibir.
Si no sigues este consejo, caerás en una espiral obsesiva del siguiente tipo:
- Gasté mucho dinero, tiempo y preocupaciones esta semana en ella.
- No puedo perder todo eso.
- Me esfuerzo más.
- Ella percibe mi preocupación.
- Ella pierde interés.
- Yo me esfuerzo más e invierto más.
- Tengo más que perder ahora.
- Se repite el ciclo.
La pregunta es: ¿por qué invertir tanto?
¿Acaso no sabes que la mayoría de las veces los besos y el sexo se consiguen sin grandes inversiones de por medio? ¿No sabes que casi siempre que un empresario invita a salir a una interesada en trabajar, se acuesta con ella en las primeras salidas y al final no le da el empleo? Prácticamente solo hay una a la que le dio el empleo: su secretaria, con la que se acuesta en la oficina. A las demás solo las ilusiona.
¿No sabías que hay infinidad de hombres sin dinero que se acuestan con verdaderas bellezas? Les basta con ser divertidos, sexuales, atractivos por su físico o personalidad.
Por lo general, el que gasta y gasta por un beso que aún no ha recibido es el típico idiota que paga por lo que otro, u otros, están recibiendo en ese preciso instante ¡gratis!
Antes de recibir lo que quieres, gasta al mínimo. Sé entretenido. Haz que ella sea quien se esfuerce por tenerte. Eso se logra hablando con muchas mujeres, sin enfrascarte en una sola. Cuando lo haces, todas se dan cuenta de que eres un tipo social, con muchas opciones. Muestra tu valor sin que parezca que intentas mostrarlo. Si tienes un buen auto, no lo menciones. Ofrécele buscarla o llevarla.
Si eres importante en la moda o el arte, ni siquiera tendrás que hablar de eso. Dale tu tarjeta con tu sitio web o tu Facebook, donde te verá rodeado de artistas y famosos sin que tú se lo digas.
Si eres un buen bailarín o muy atractivo físicamente, solo cuida tu actitud. No parezcas el chico bonito engreído. Sé humilde, transmite que eres un buen HOMBRE, no un buen amigo, eso jamás... un buen HOMBRE.
Es decir, sé varonil, un poco caballero, hazla sentir protegida. Eso no significa que vas a estar detrás de ella como un sabueso. Simplemente, que cuando esté contigo, sienta que dominas el espacio. Que eres quien le ofrece el trago, que la saca a bailar, que la lleva a su casa.
Ninguna de estas cosas requiere gastos excesivos de tiempo, preocupación o dinero. Si te obsesionas, darás más de lo que recibes y caerás en una espiral que te llevará a la frustración. Si no es así, es porque estás saliendo con una prostituta que se deja comprar disimuladamente. En ese caso, te sale más barato hablar claro y decirle que quieres sexo a cambio de dinero o algún intercambio directo. Debes saber hacerlo. Ser directo pero hábil para que no se ofenda. Eso lo irás aprendiendo con el tiempo y leyendo esta revista.